Espacio LGBTTIetc. de Esquel DESHABILITADOS, NUNCA VENCIDOS
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jueves, 15 de julio de 2010

El escarpin Radioactivo (por Beto Romero)


Las presiones, el fanatismo, (dogma).

Insultos, aberraciones

Las voces que, como chicharras, sonaron insoportables, comparándonos con perros, tildándonos de depravados/violadores.

La banderita argentina, virgen en mano, el rezo: frasecita echa, frasecita vieja, (garrapata).

Los estrujes de quienes hoy, en pos de la familia se alzaron violentamente, contra quienes no pedimos mas que un reconocimiento que es legitimo, que es verdadero, al cual tenemos (indudable, indiscutiblemente) derecho.

Y no hablo de me caso/no me caso, de la obra social, ni el crédito compartido: es la libertad, la cuestión.

Y detrás de esta, vienen muchas discusiones, muchos debates impostergables: el aborto legal y gratuito, una nueva legislación respecto del consumo de drogas, la urgente modificación de un código de faltas que da pie a la represión y el abuso.

Importante es saber que esta lucha, por el derecho a decidir cuando, como y que hacer con mi cuerpo, con mi vida, con mis afectos, con mi familia, recién comienza. El matrimonio igualitario fue, creo, la punta de un ovillo, una puerta que se abre.

Hagamos de esto, entonces, un puño que se levanta, una voz que grita, un llanto que emociona.

Y que el curita se calle, que su dios se encierre con ellos en sus claustros, que callemos de una vez los gritos de las virgencitas descalzas, y escuchemos de nuestras bocas, por nuestros oídos: una voz, una realidad, la de nuestras gargantas cansadas: de la explotación, de la agresión, de la colonia y el saqueo, de Benetton, Yamana, de mama y papa, y el porro que te arruina la vida.

Y ofrezco mi pecho, tímida tetilla, a quienes hablan de lactancia, de parto: me propongo, que laman, que prueben del sudor, de mis ganas de amar y ser amado, de criar/crear: que vengan con el mismo coraje con el que condenan, me descalifican. Que vean, pues, el engendro que sale de nuestras entrañas, lo miren, nos miren a los ojos, con estas ganas, esta pulsión, este deseo, este amor.

“Reivindico: mi derecho a ser un monstruo
que otros sean lo Normal
El Vaticano normal
El Credo en dios y la virgísima Normal
y los pastores y los rebaños de lo Normal
el Honorable Congreso de las leyes de lo Normal
el viejo Larrouse de lo Normal

Yo solo llevo la prendas de mis cerillas
el rostro de mi mirar
el tacto de lo escuchado y el gesto avispa del besar
y tendré una teta obscena de la luna mas perra en mi cintura
y el pene erecto de las guarritas alondras
y 7 lunares
77 lunares
qué digo: 777 lunares de mi endiablada señal de Crear
mi bella monstruosidad
mi ejercicio de inventora
de ramera de las torcazas
mi ser yo entre tanto parecido
entre tanto domesticado
entre tanto metido “de los pelos” en algo
otro nuevo título que cargar
baño: de ¿Damas? o ¿Caballeros?
o nuevos rincones para inventar

(De Susy Shock, poemario Trans-pirada.)


Foto: August Sander

viernes, 2 de julio de 2010

Resi.duo (por Beto Romero)


Voy, hoy, a levantar mi voz, la mía que es la de tantos, muchos, muchas voces. Ecos que resuenan en pasillos de ecos de voces de gritos desesperados. Hoy voy a levantar la voz, la perdiz, hoy elijo decirlo.

Tal vez mañana despierte, como tantas veces, con la insoportable sensación de haber perdido mi tiempo, con los brazos cansados de tanta corriente encontra, con la garganta nudo, el pecho enredado, la lengua seca (quien sabe).

Es que ahora me toca esto de amar, de mi estomago envuelto en pájaros, de mi sonrisa saturada, de pensarme “con”.
(No concibo, pues, existir sin la pulsión, no creo posible el vértigo de quienes se abisman si no caemos juntos, no puedo).
Darse cuenta que nada se va, que todo vuelve, que nos envuelve el aliento, y seguir caminando.

No sé, entonces, quedarme inmóvil, meditabundo, ante tanto ataque, tanto mandato enquistado.

Por que vienen con tu palabra, OH! Señor, que brillas en el cielo, y condenas a quienes, como yo, no entendieron, quizás el mecanismo de tu misteriosa naturaleza!
Gentes de epigénesis abyecta: el mounstro mitad hombre mitad bestia, la hoguera del anormal, la costurita fallada, el outlet sexual.
Y seguimos pensándonos sirvientas del gran amo, bebemos todos del cáliz oro, hoy más que nunca, repleto de sangre: en las baldosas, por las acequias, en la suela de mis zapatos. Un rojo que tiñe, que mancha y no sale.

Y con la cruz en el pecho, y el rabo entre las piernas salen, violentos, descarados: a decirnos que podemos hacer, a poner un poquito de orden a la cosa, “y dejémonos de joder! que esto es un quilombo, que acá, todos hacen lo que quieren!” “NO VAYA A SER, que ahora los monstruitos también salgan a la calle, bombo en mano, a reclamar por lo que consideran legitimo.”

¿De que familia hablan? ¿Donde esta el real peligro? ¿Cuál es la línea, el borde, el filo? ¿Qué entienden, entonces, por amor? ¿Qué sexo, sexualidad, que natural?

Por que hoy no se celebra el amor, y se defiende con uñas y dientes un cajón ya podrido, donde a un niño se lo obliga a afirmar y difundir el odio en su escuela, donde todo es aberrante y deforme, corrupto, raro. (Así es mejor, así nadie elije).
Y veo que la cloaca rebalza, que la mierda licuada se expande, que el comando de fusilamiento se arma contra mi (y tantos mas):
-como el pibe asesinado en Bariloche (por negro, la escoria), y su vecino, a quien matan como un perro por defenderlo, y el comerciante? Contento: de que hay uno menos, que tengo todos los caramelos en el tarro.
-como Natalia Gaitán, el ultimo rostro apagado por el odio y que tengo la seguridad, la tristeza de afirmar, no será el ultimo.

Y no es solo la muerte, es el dedo acusador, el mundo que te da la espalda, la jueza y el recurso de amparo, y la cruz sobre la mesita de luz.

Apostemos, pues, a ser eligiendo, amando, a la diferencia que nutre, a la línea de fuga que fuga, escapa, huye de lo que es y ya se sabe, y abre puertas, y nos despierta, amplifica nuestros sentidos, nos acerca a lo vital, a la experiencia, a un mundo abrazo/ojos brillantes.
No es utopía, pedir que de nuestras mentes surja el estallido, en absoluto. Esta en el estallido la potencia, la fuerza.

Beto